Breve artículo sobre los tipos de macetas empleados para bonsái.
Una maceta demasiado grande, empequeñece al árbol, por el contrario, una maceta demasiado pequeña, dará la sensación de desequilibrio. La altura de la maceta ha de ser, aproximadamente igual al grosor del tronco en su base, excepto en los estilos Kengai (cascada) y Han-Kengai (semi-cascada). La forma de la maceta siempre va a depender del estilo. Por ejemplo, un Chokkan (erecto formal), irá muy bien en una maceta rectangular u oval, mientras que un Bunjin (literati), irá mejor en una circular abierta hacia arriba. En cuanto al color, los marrones, pardo rojizos y grises van bien para las plantas perennes y las coníferas. Las de colores esmaltados, que han de ser suaves, se utilizan en plantas de flor o frutos, resaltando por contraste el color de la maceta sobre estos. El interior de la maceta no debe estar ni esmaltado ni barnizado y su fondo debe tener inclinación hacia los agujeros de drenaje, por lo tanto descarta la utilización de macetas que no cumplan estos requisitos mínimos.