Antes de utilizar esta técnica es conveniente haber seguido los pasos lógicos en su orden, a saber :
- delimitar venas o zonas vivas y muertas.
- limpiar la corteza muerta, ya sea de modo manual (gubias, etc.) o mecánico (dremel u otras miniamoladoras).
- tallar y esculpir la madera.
- finalizado mediante el cepillado con agua y posterior chorro de arena.
Con esta técnica se consigue un acabado perfecto, puliendo y ayudando al endurecimiento de la madera, considerando un trabajo terminado; no obstante es preciso recordar que la madera necesita siempre de un mínimo de mantenimiento, por lo que es altamente recomendado efectuar limpieza y aplicación de protectores periódicamente.